Con el esparcimiento del virus covid-19 por el mundo y la decisión de las autoridades de implementar cuarentenas para evitar la propagación de este, en algunas se opto por el teletrabajo, no obstante, otros han tenido que parar sus labores, razón que les brinda mayor tiempo libre para ingresar a internet y por ende tener más acceso a la información y las noticias, algo que terminando causando estrés, ansiedad y depresión, detonantes para sufrir trastornos de sueño.

Hay razones por las que no podemos dormir, que, aunque están asociadas con el desapego social, también están causando cambios.
Nuestra rutina ha cambiado y nuestra actividad es menor. “No salimos, no hacemos ejercicio, no nos movemos y caminamos un poco, lo que produce menos impulso de cansancio a la hora de dormir”, aseguran la población.
Además, la dificultad se genera según la teoría de la hiper relajación. “La amenaza que representa el virus nos hace estar más alertas y despiertos, esto produce una activación cognitiva desarrollada en el pensamiento y las emociones, generando ansiedad y miedo”.
Si estas molestias duran más de tres meses, ya puede considerarse un problema de insomnio crónico. En menor medida, está presente en la población general como un trastorno transitorio o agudo.